A cuál banda Wi-Fi del router debes conectarte, 2.4, 5 o 6 GHz

¿Necesitas más velocidad o más alcance? Esta información te ayudará a decidir qué opción te conviene más

La conectividad inalámbrica se convirtió en un recurso clave para la vida cotidiana. El acceso a internet depende hoy de redes Wi-Fi para actividades como educación, trabajo remoto, entretenimiento y operaciones del hogar inteligente. Sin embargo, detrás de la aparente simpleza de estas conexiones se encuentra una decisión técnica significativa: elegir entre distintas bandas de frecuencia del router, identificadas como 2.4 GHz5 GHz y 6 GHz.

Estas bandas representan rangos específicos dentro del espectro de radiofreencias, regulados por organismos internacionales para garantizar la interoperabilidad de los dispositivos y evitar interferencias peligrosas con servicios críticos como el control aéreo o la radiodifusión. Cada una cuenta con características propias que determinan el alcance, la velocidad de transmisión y la capacidad de soportar múltiples conexiones.

Las empresas, los desarrolladores de dispositivos y los usuarios particulares deben comprender los factores que distinguen a cada banda.

Conexión Wi-Fi. (Imagen ilustrativa Infobae)Conexión Wi-Fi. (Imagen ilustrativa Infobae)

Ventajas y desventajas de cada banda de frecuencia

Elegir una banda de frecuencia no es un acto arbitrario. Cada una presenta fortalezas y limitaciones que afectan el rendimiento, la cobertura y la facilidad de uso de una red Wi-Fi.

2.4 GHz: Cobertura extensa y mayor interferencia

La banda de 2.4 GHz constituye la opción más tradicional y extendida en la mayoría de los hogares y oficinas. Su principal fortaleza radica en la capacidad de cobertura: las ondas de mayor longitud consiguen atravesar paredes y obstáculos con mayor eficacia, ofreciendo alcance en áreas extensas o lugares apartados del router. Además, su compatibilidad con dispositivos antiguos la convierte en el estándar universal para equipos de generaciones anteriores.

Sin embargo, estas ventajas esconden limitaciones considerables. El espectro de 2.4 GHz se ve saturado por la cantidad de dispositivos que continúan utilizándolo, entre los que figuran equipos domésticos y dispositivos de Internet de las Cosas (IoT). Este uso masivo genera interferencia y congestión de señal, reduciendo tanto la calidad de la conexión como las velocidades efectivas de transmisión. Además, esta banda ofrece un número limitado de canales, propiciando que redes vecinas compartan frecuencias y provoquen caídas o lentitud.

Sus velocidades máximas, habitualmente cercanas a los 100 Mbps, resultan aptas para tareas básicas, pero inadecuadas para aplicaciones de alto consumo, como transmisión de video en alta definición o juegos en línea exigentes.

Router Wi-Fi. (Imagen Ilustrativa Infobae)Router Wi-Fi. (Imagen Ilustrativa Infobae)

5 GHz: Mayor velocidad y menor cobertura

La introducción de la banda de 5 GHz respondió a la necesidad de mejorar la velocidad y el desempeño en entornos con múltiples conexiones. Su mayor frecuencia permite transmitir datos a velocidades superiores, llegando hasta aproximadamente 1 Gbps en condiciones óptimas. Además, ofrece una cantidad mayor de canales y la posibilidad de utilizar carriles más anchos, lo que reduce las probabilidades de interferencia con otras redes y mejora el rendimiento en áreas densamente pobladas.

No obstante, su alcance es menor en comparación con 2.4 GHz. Las ondas de 5 GHz enfrentan mayores dificultades para atravesar paredes y obstáculos, limitando la cobertura eficaz a zonas cercanas al punto de acceso. Asimismo, aunque facilita una experiencia más fluida en juegos y streaming, el uso simultáneo de múltiples dispositivos puede volver a generar congestión, especialmente en espacios con alta densidad de redes inalámbricas.

La compatibilidad con dispositivos más antiguos también puede verse restringida, ya que algunos equipos fabricados antes de la adopción de estándares modernos no admiten conexiones en esta banda.

6 GHz es la banda6 GHz es la banda de frecuencia más reciente. (Imagen Ilustrativa Infobae)

6 GHz: Capacidad máxima y mínima congestión

La banda de 6 GHz representa la última innovación en conectividad inalámbrica. Se diseñó específicamente para dar respuesta a la saturación creciente de las bandas previas y para satisfacer la demanda de aplicaciones que requieren velocidades extremas y mínimo retardo. Con un espectro de 1.200 MHz de ancho, supera ampliamente en capacidad tanto a 2.4 GHz como a 5 GHz.

Sus canales, que alcanzan hasta 160 MHz cada uno, permiten transmitir datos a velocidades de hasta 2 Gbps con mucha menor interferencia, ya que solo dispositivos compatibles con Wi-Fi 6E pueden acceder a este rango exclusivo. Al estar reservada para tecnologías de nueva generación, la banda de 6 GHz casi no enfrenta congestión y funciona con menos interferencias provenientes de los sistemas Wi-Fi anteriores.

La principal limitación de 6 GHz se relaciona con la compatibilidad. Solo pueden acceder a esta banda dispositivos modernos, equipados con tecnologías específicas. Además, su capacidad de atravesar paredes y alcanzar zonas alejadas es incluso menor que en 5 GHz, lo que impone restricciones en viviendas o edificaciones de varios ambientes o pisos.

Conexión Wi-Fi. (Imagen ilustrativa Infobae)Conexión Wi-Fi. (Imagen ilustrativa Infobae)

Cuándo usar 2.4 GHz, 5 GHz o 6 GHz

La decisión de seleccionar una banda de frecuencia no solo se basa en especificaciones técnicas, sino también en las necesidades específicas de uso y en las características de los dispositivos presentes en el entorno.

Para escenarios donde la prioridad es la cobertura —como viviendas grandes, oficinas con paredes gruesas o zonas alejadas del router— la banda de 2.4 GHz permanece relevante. Ofrece conectividad básica a dispositivos que requieren solo envíos de poca información, como sensores, cámaras de seguridad o equipos de domótica (IoT). Esta opción permite liberar las bandas superiores para tareas más exigentes y ayuda a reducir la contención en redes modernas.

En situaciones donde se busca mayor velocidad y baja latencia —por ejemplo, videojuegos en línea, videollamadas grupales o la transmisión de contenidos audiovisuales en alta calidad— la banda de 5 GHz emerge como la opción preferida para la mayoría de los equipos fabricados a partir de la última década. Aunque su cobertura geográfica es menor, asegura conexiones robustas y menos propensas a caídas, siempre que el dispositivo permanezca dentro de su área de alcance.

Por su parte, la banda de 6 GHz está reservada para quienes cuentan con dispositivos recientes, diseñados para explotar todas las ventajas de la conectividad más avanzada. Resulta ideal para escenarios de alta demanda de ancho de banda, oficinas inteligentes, hogares con múltiples dispositivos de última generación y ambientes donde la congestión de las redes vecinas suele afectar la experiencia.

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